"Richard Benson, un reconocido abogado de Sioux Falls en Dakota del Sur, acostumbraba pescar en sus escasos tiempos libres. Una mañana de salida al lago, olvidó una lata llena de gusanos que usaría como carnada, sobre la mesada de la cocina.
sábado, 24 de octubre de 2020
Bastante interesante
martes, 18 de agosto de 2020
Cruzadas
Estaba por cruzar la calle cuando de repente el hombrecito verde que indica que uno puede cruzar dejó su lugar en el semáforo y comenzó su aventura. Primero, se fue deslizando por la columna pintada de blanco y negro. Las pequeñas manos del hombrecito apenas servían para mantenerse firme en el descenso. A unos cuantos centímetros, no lo soportó más y cayó. Yo lo miraba desde la otra vereda, la mano roja no me dejaba cruzar. Finalmente, el pequeño hombre se levantó y, medio rengo, se dispuso a cruzar. La falta de experiencia y la ansiedad lo motivó a cruzar la calle sin darse cuenta de que una importante cantidad de vehículos seguían transitando esa esquina. La rueda de una moto lo rozó y provocó un giro en el hombrecito que quedó mareado. De todas formas continuó cruzando. Pasó entre medio de varias ruedas, recibió muchos insultos, resultó golpeado, pero finalmente logró llegar al otro lado de la calle. Con varios saltos y un movimiento de manos me hizo entender que quería que lo subiera cerca de mi cara. Con algo de intriga hice lo que el hombrecito verde para cruzar me pidió. Al ponerlo cerca de mi oreja me dijo "no soy un hombrecito, soy una mujercita verde para cruzar, pelotudo". Dicho esto, saltó y volvió a su lugar. Se encendió y yo crucé.
martes, 7 de febrero de 2017
De 10
Diegote ya había acondicionado las instalaciones de la sede en Zúrich para poder llevar a sus treinta y siete hijos (de los cuales sólo había reconocido poco más de la mitad). Bailes, pistas de karting, peloteros, hamacas, un queco, piscinas, canchas de fútbol cinco, casita para el dealer. Todo estaba preparado para una grata estadía al estilo maradoniano.
En el despacho, ahora denominado "La villa Barrilete Cósmico", Pelusa tenía un led 370” en el cual se repetían videos de sus mejores goles, de sus pasos por los diferentes programas en Italia, y de la consagración como ganador de diferentes "Bailando por un sueño". De reojo miraba la última entrega de la revista "Veredeando" donde se hablaba de los problemas que estaba teniendo el astro argentino con su vigésimo cuarta esposa, todos ellos relacionados a cuestiones sexuales, ya que ingeniosamente los titulares jugaban con el verbo "fifar". Le comentó algo irrepetible a Cóppola, quien le pintaba una franja amarilla sobre el pelo teñido de azul. Luego de golpear amablemente la puerta entró una asistente llevando las últimas novedades de sus ideas revolucionarias para el fútbol mundial:
- Señor, tenemos var...
- Sí, nenaaa... Ehhhhh... Decime lo que te dije queee... ehhhh... que me averiguaras primero.
- Claro, con respecto al balón ya hablamos con los técnicos y dicen que es un increíble descubrimiento el suyo y que aumentar 75 gramos el peso ayudará al manejo y la potencia del disparo como usted lo sugirió. Con respecto al tamaño, no podían creerlo cuando después de muchos análisis resolvieron darle la derecha (o la izquierda) en eso de que disminuir 20 centrímetros su circunferencia brindaría facilidades a la hora de crear curvas o llevar a cabo alguna gambeta.
- Muy bien... ¿Y el material?
- En ese punto se llegó a un resultado. Para procurar que el esférico absorba correctamente la fuerza del impacto y que se deslice de la mejor manera sobre el césped, sostienen que lo mejor es mantener el mismo material y descartaron cubrirla con aceites y productos anti adherentes.
- ¡La pelota no se mancha!
- Y sí... se va a manchar. En relación a eso no se le puede hacer nada.
miércoles, 27 de enero de 2016
Maten chef
jueves, 21 de mayo de 2015
Una mano
- Hola, adelante.
- Permiso, vengo por el aviso que ofrecía trabajo para un local de vestimenta en una de las Expo de 18 de Julio.
- Sí, es acá. Pasá, sentate. Decime, ¿trajiste tu currículum? Ah bien. Y con la foto que te representa fielmente. No, no sabés. A veces la traen photoshopeada y cuando las tenés en persona nada que ver. Pero no es tu caso. Bien... Acá dice que manejás varios idiomas.
- Sí, inglés, francés, mandarín, e italiano. Aunque este último me resulta un po difficile. Jeje.
- Jeje, eso lo entendí. Pero pusiste que también manejás el esperanto.
- Efectivamente, pero pensé que no me iba a servir de mucho en este contexto. Pero sí, lo manejo bastante bien.
- Es bueno saberlo. De los barcos chinos puede bajar cualquier cosa. Pero sigamos... Por lo visto tenés alguna experiencia laboral. Trabajaste como curadora en museos muy importantes de Europa. Fuiste asesora en algunas empresas multinacionales. Esto que dice de la NASA, ¿es cierto?
- Sí, pero mire que fue algo así como una pasantía. Querían que me quedara pero tenía que dejar a mis animalitos acá. No puedo desprenderme de ellos tan fácilmente.
- ¿Tenés mascotas?
- Así es. Igual yo dirijo una fundación de protección animal, a eso me refería. Pero es honorario. No lo tomo como un trabajo.
- Sorprendente. Por lo visto manejás algo de computación... Bah, supongo, porque no entiendo muy bien qué son esos nombres. Serán programas, ¿no?
- Algo así... He brindado lo mejor de mí para algunas empresas. Igual, desde que Steve nos dejó, no quise seguir llevando ideas a Apple. No digo que sea un adiós para siempre, porque para decir verdad, tengo algunas cositas en la cabeza que podrían resultar exitosas en el mercado. Pero por ahora no. Veremos.
- Brillante, che. Me dejás perplejo. Y por lo visto terminaste el liceo. Y seguiste. Ahhh. Sos doctora. Quizá puedas ayudarme con un dolor en la espalda que me trae loco desd...
- Espere. Jeje. Sé que suele generar confusión, pero soy abogada. Soy doctora en leyes. Igual no estoy ejerciendo. Desde que me di cuenta de que cabía la posibilidad de tener que defender actos que van en contra de mis principios, puse la abogacía en stand by. Lo sigo pensando.
- Mmmh. Entiendo. Una joyita. ¿Cómo se ve con el trato con el público?
- Para ser sincera y dejando la modestia de lado, creo que es mi fuerte. He trabajado en varias casas de moda a lo largo y ancho del planeta y supe aconsejar a exigentes personalidades. No sé. Rihanna. David Beckham. Sarah Jessica Parker...
- Ah la pucha. Grossa, grossa. Es todo muy prometedor, pero me estarían faltando las referencias personales. ¿Tenés?
- Sí, es la hoja 34. Empieza 'Obama, Barack'. Me falta su mail porque lo cambió hace poco. Resulta que después de los de Wikileaks quedó muy perseguido, jeje. Y, entre nosotros, no sabe que yo ayudé a Assange a conseguir varios de los archivos.
- Bueno. La verdad es que me dejás perplejo. Con esto estaría todo. El trabajo en la Expo te va a gustar. ¿Podés empezar la sem...? Ah, me olvidaba de la última preguntita. ¿Escuchás a Petinatti?
- No. No me resulta divertido.
- Ah... Bueno... Bien. Dejame acá tu número y nosotros te llamamos. Quedate tranquila que cualquier cosa te vamos a estar convocando para una segunda entrevista.
Andá tranquila, y decile a la próxima que pase, por favor.
domingo, 8 de marzo de 2015
"Yo te inventé"
Sofovich tenía casi terminado el libreto de su nueva obra "El champán las pone más trolas que nunca, reloaded". El título había sido modificado porque el anterior le había parecido un poco fuerte y quizá repercutiera negativamente en los ingresos económicos del espectáculo. Tinelli ya había puesto el ojo en un par de las bailarinas, las cuales aparecían con un sugerente traje de secretaria, compuesto por un par de lentes y un moño en el pelo. Listo el vestuario. Los actores de la obra harían un sinfín de chistes relacionados con las nalgas de las "actrices" (a Gerardo no le gustaba llamarlas así, no creía que ellas tuvieran capacidad histriónica más que para decir "Ay, doctor, no sé si me va a entrar ese supositorio tan grande" haciendo reír a carcajadas a los presentes en el teatro). Chistes de escotes no faltarían, aunque los escotes ya llegaran a mostrar la zona pélvica de las chicas. El final de la obra prometía algo moderno, lleno de magia y artísticamente revolucionario: desde el techo bajaría una gran piscina llena de barro, donde "actrices", bailarinas, productoras y mujeres del público (que hayan pagado el ticket especial extra en la boletería) lucharían en bikini. La ganadora se haría del premio mayor compuesto por un lavarropas y una aspiradora. Prometedor. Los hombres que quisieran podrían poner billetes en la ropa de las mujeres y si la cantidad de dinero era suculenta, podrían elegir una muchacha del staff para satisfacer cualquier necesidad, ya sea de índole sexual como doméstica. Se esperaba que la obra significara una gallina de los huevos de oro para el productor, ya que los actores cobrarían lo justo por su trabajo, mientras que las mujeres serían recompensadas con algo superior: trabajarían a su costado en un nuevo programa de televisión que estaba preparando, siendo las encargadas de sacar sobres, sostener carteles de auspiciantes y dejándose basurear en público por el gran Gerardo. "Un sueño para cualquier mujer que se digne de tal" había titulado una revista de chimentos con una foto de él sentado en una silla mientras que una rubia, una morocha y una pelirroja aparecían a su derecha, a su izquierda y saliendo de entre las piernas del canoso, respectivamente. Luego pasarían a la fama como "Las Ángeles de Sofovich" en otra idea magistral y creativa del "presidente del jurado". Iba a ser todo un gran éxito.
Desgraciadamente, este espectáculo quedó trunco por el repentino deceso del productor. Muchas mujeres lloraron frente a su cuerpo inerte. Para el velorio se tuvo en cuenta el último deseo de Gerardo y muchas secretarias bailaron en minifalda y sin ropa interior, mientras a todo volumen se escuchaba una grabación de la voz del fallecido que decía cosas como "Movete, estúpida", "No servís para nada", "Subite esa pollerita", "Entreverá esos sobres, idiota del orto" en un infinito loop misógino. Que en paz descanse.
sábado, 13 de septiembre de 2014
DOBLE URUGUAYO
-Dobles de riesgo. ¿Un trabajo fácil o un trabajo difícil? ¿El Cielo o el Infierno? Para contestar estas preguntas nos acompaña Shonhatahns Fernández, que es, ni más ni menos, el doble de riesgo de Justin Bieber. Bienvenido.
- Jeje perdón, es que de fútbol yo no sé nada. Dejémoslo de lado y vayamos a lo que la gente le interesa. Justin Bieber, según lo que dice en Wikipedia, nació en Ontario, Canadá. Decime, ¿se te complicó mucho para aprender a hablar canadiense?
- Mirá, Victoria, en Canadá se habla inglés, y en algunas partes, francés. Igual, más allá de eso, yo no tengo que hablar. Me usan para presentaciones en las que no canto. A mí me llaman cuando me necesitan para distraer la atención. O si hay que sacar fotos y Justin está dado vuelta de merca. Pero en realidad yo no hablo. Aparte no me sé las canciones. Si me buscás la música en el celular vas a encontrar al Denis Elías, ese es mi ídolo. Igual, no está muy salado mi laburo, ¿sacás?
La entrevista se desarrolló de forma amena, y esa vez, la conductora del programa se mandó menos de una decena de burradas (un número muy por debajo de su promedio). Llegando al final, una de las últimas preguntas generó algo que no tenían pensado los genios que preparaban los temas a tratar en el programa.