miércoles, 12 de octubre de 2011

Descubiertos

Era un 12 de octubre de 1492 cuando entre la brisa marina de salado aroma, aparecieron las carabelas en lontananza. Los nativos veían cumplir las profecías de sus dioses y deseaban con fervor que aquellos desconocidos trajeran espejitos de colores que después podrían cambiar por pasta base y pantallas LCD.  Hacía mucho tiempo que deseaban que los descubrieran porque hasta ahora no se conocían, es más, ellos mismos dudaban de su propia existencia. Todos miraron escondidos detrás de los árboles, y si no fue así, así fue que se contó. Como para dar una imagen de pelotudos a los indios nomás... Se decían cosas sin sentido, afirman los españoles que no sabían hablar y sólo hacían sonidos incomprensibles. Bien de indio subdesarrollado. Pero por suerte, ahí estaban ellos, para iluminar esa vida equivocada que traían los incivilizados. Dios, pestes, ropa, CUTCSA, armas, leonesa primavera, pasarían a formar parte del día a día, alejados de la barbarie. El desembarco fue triunfal. Colón eructó, se rascó la cabeza y preguntó dónde estaban. Todos los expedicionarios se miraron desconcertados.
Y Cristóbal dijo: "Ah yo para mí que son las Indias... Así que traé la bandera que le damo´ de punta y hacha. Allá una iglesia, al costado juntamos el oro que vamos a sacar, digo "especias" (mientras guiñaba un ojo). Y el queco...Sí, mejor arranquen con el queco que el viaje estuvo largo."
De ahí en más, historia conocida.

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